domingo, 14 de marzo de 2010

En busca de un remedio

Les miro. Le miro y... me siento completa, y absolutamente estúpida. Gilipollas, ingenua... Estúpida. Y me daría de cabezazos contra la pared si sirviera de algo, pero lo único que conseguiría con ello sería un buen dolor de cabeza y quizá hasta una mancha rojiza en la pared.
¿Algún remedio casero contra la estupidez?


domingo, 7 de marzo de 2010

Desvarío


- Hasta mañana. - Se despidió del guardia de seguridad, saliendo del recinto.
Anudó la bufanda a su cuello, filtrándose entre los ojales de ésta su aliento congelado por las frías temperaturas. Con las manos en los bolsillos, buscando el propio calor de su cuerpo, comenzó a caminar por la acera desechando la idea de buscar el mp3 en el bolso. No recordaba el lugar exacto en el que estaba y no quería perder la poca sensibilidad que había recuperado en los dedos.

Con la cabeza ligeramente gacha y la mirada perdida en las baldosas a sus pies, avanzó por la calle hacia el puente.

Alzó la vista al paso de un coche azul. Cuando regresó la mirada al frente adivinó su silueta entre las sombras bajo el puente.

Continuó caminando sin alterar el ritmo, sin modificar su postura salvo porque el ínfimo detalle de que ahora, mantenía sus ojos sobre los suyos.

Él mantuvo las manos en los bolsillos del vaquero, los hombros ligeramente encogidos intentando contrarrestar el frío. Esperándola.
Tras varios segundos le alcanzó, deteniéndose a escasa distancia. Se miraron en silencio. Castaño sobre verde.

Una mano fuerte se aventuró a salir a la intemperie, un fino hilo de aire se escapó de entre sus labios ligeramente agrietados.
No dudó, no lo cuestionó. Simplemente aceptó y estrechó su mano, dejándose llevar sin saber a dónde.