
Te plantas, pasan las horas e intentas no comerte demasiado la cabeza por diferentes causas, pero es prácticamente imposible. Tienes ese nubarrón gris sobre tu cabeza que no hay manera de alejarlo, ni a perdigonazos y ganas a raudales. No hay manera... Y te mueves de aquí a allá sin ánimo de nada, sin ganas de hablar, sólo con ganas de gritar o de pillar un bate y arrearle al primero que se te ponga a tiro. Porque sí
Pero como siempre, no lo haces. Te lo guardas, lo rumias, te vas más tarde porque "tienes cosas que hacer" y lo sigues rumiando de vuelta a casa.
Mañana será un nuevo día.
¿Seguro?
2 comentarios:
Seguro, ya verás. Y si no lo forzaremos un poquito. Empujaremos a los nubarrones un poquito y que salga el sol otra vez!!
Un chicle te ayudará en eso del "rumiar", pero en contra de los nubarrones chungos, sobre todo si son de lunes... creo que todavía no hay vacuna. Una pena.
Que tengas un buen martes pekeño saltamontes!!!!
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