lunes, 16 de noviembre de 2009

Hibernación utópica

De vez en cuando, sin orden ni concierto previo, tienes uno de esos días en los que sólo te apetece quedarte en casa, envuelta en el edredón y no moverte en todo el día. Pero como siempre sucede cuando entras en ese estado de "hibernación utópica" no hay posibilidad de quedarse en casa y tienes que salir de casa y plantarte en el curro.

Te plantas, pasan las horas e intentas no comerte demasiado la cabeza por diferentes causas, pero es prácticamente imposible. Tienes ese nubarrón gris sobre tu cabeza que no hay manera de alejarlo, ni a perdigonazos y ganas a raudales. No hay manera... Y te mueves de aquí a allá sin ánimo de nada, sin ganas de hablar, sólo con ganas de gritar o de pillar un bate y arrearle al primero que se te ponga a tiro. Porque sí


Pero como siempre, no lo haces. Te lo guardas, lo rumias, te vas más tarde porque "tienes cosas que hacer" y lo sigues rumiando de vuelta a casa.


Mañana será un nuevo día.

¿Seguro?

2 comentarios:

C!! dijo...

Seguro, ya verás. Y si no lo forzaremos un poquito. Empujaremos a los nubarrones un poquito y que salga el sol otra vez!!

Bayadère dijo...

Un chicle te ayudará en eso del "rumiar", pero en contra de los nubarrones chungos, sobre todo si son de lunes... creo que todavía no hay vacuna. Una pena.
Que tengas un buen martes pekeño saltamontes!!!!