jueves, 16 de octubre de 2008

¿Por qué, joder, por qué?

Acaban de darme la peor noticia, que podía imaginar, en meses, desde el pasado mes de julio para ser exactos. Uno de los trabajadores con los que he estado trabajando prácticamente de seguido desde el mes de marzo o abril, ha fallecido en un accidente laboral mortal en Vitoria. Simplemente no me lo termino de creer... Después de tantos días de chistes, bromas, broncas, comidas compartidas pensar que... No puedo, simplemente no consigo asimilarlo, no puedo.
No me puedo creer que en la siguiente obra en la que esté su empresa, no lo voy a volver a ver. No me voy a volver a reír con su sarta de chorradas que conseguían prácticamente hacerme llorar.

No puede ser... simplemente no.

Y no puedo quitarme de la cabeza a los tres compañeros que estarían allí arriba con él. Qué habrá pasado por su cabeza. El que cortó los paneles estará pensando si fue culpa suya, los otros dos si podían haber hecho algo. Y el recurso preventivo impotente, asustado, acojonado por lo sucedido. Y su familia...

Y me cabreo... Tanto con él por haberse soltado de la línea de vida (¿por qué lo hiciste?), de ser así como ha ocurrido (ya sabéis como son estas cosas) y conmigo misma por enojarme con alguien que ya no tiene capacidad, vida para defenderse. Y sí, también me cabreo con quien estuviera allí arriba de seguridad. Pero no soy quien para juzgar a nadie, soy novata en esto, no soy una puta enciclopedia andante de seguridad aunque debería. Y por mis huevos que... no lo sé, no sé qué decir. No sé que hacer. No sé ni por donde me da el puto aire. Joder.

Sólo suelto una incoherencia tras otra pero es que esto, no me lo esperaba, en la vida. Jamás.

Me parece todo tan... lejano, no sé explicarlo.


Perdonad el caos pero, necesitaba soltarlo de alguna manera y... Mierda, joder. Puto trabajo de...

1 comentario:

Bayadère dijo...

Lo siento, lo siento mucho. Yo tampoco sé qué decirte.
Y tranqui, que comprendemos que no te salgan las palabras, y te hemos entendido.
Yo tampoco llego a entender qué lleva a los trabajadores a soltarse los arneses, quitarse guantes o pasearse sin el casco.
Espero que tu próxima entrada nos traiga mejores noticias, pero ya sabes que aquí estamos para todas. Aquí, o al otro lado del teléfono.
Muchos ánimos y un achuchón muy fuerte. Musutxus