Plástica

Azul marino, caqui, marrón claro y marrón oscuro, naranja, carne... Bueno, este último junto con el caqui no entraba en el pack de Alpino de 12 o en el de Plastidecor, quizá en el de 16 o 24.

Era inceíble sentarse delante de un folio en blanco o uno con unas líneas negras conformando un paisaje (un niño en un barco, unas montañas...) tus pinturas al lado en esa caja de plástico, de cartón o saliendo de ese estuche viejo roto y pintarrajeado con rotulador; y pasar las horas ahí dale que te pego. Pero tampoco era "tan sencillo" porque... no podías pintar los peces azules en el mar porque entonces no se veían, o tenías que usar un azul más claro para ellos. La gente parecía haberse hinchado a zanahorias o ser primos lejanos del cangrejo sebastián. La hierba era verde como la clorofila, y los montes más verde pino, oscuro.

No sé qué coño les meten en las minas a las pinturas pero entonces, me encantaba pintar y dibujar (no se me daba del todo mal). Y ahora, me sigue gustando un huevo ( y parte del otro), es la mar de relajante. Y me da igual que me digan "¿Has visto los límites de edad de la portada? (de 4 a 5 años) o ¿No eres ya un poco mayorcita?". Soy más feliz que un regaliz con mi cuaderno naranja para pintar, mis pinturas de Alpino de 24 colores y mi sacapuntas de una Cumbre de la Agencia Europea de la Salud y Seguridad Laboral. Así que... ¿Sabéis lo que os digo?

Ala, a jugar a pala maj@s