El Gordo y El Flaco

Hay algo que he echado de menos estas navidades. No me refiero al turrón, polvorón, mazapán o reventones de cinturilla del pantalón... Más bien a dos personajes de la pequeña y gran pantalla que durante 3 décadas nos dieron una gran lección: cuando los malos no quieren negociar y te parten la cara, solo queda una salida... arreglar las cosas a hostias. Os hablo como no de ese dúo dinámico formado por Bud Spencer y Terence Hill.

Habrá gente a la que no les suene de nada, aunque quizá escuche el nombre de algunas de sus películas y empiecen a hacer memoria. Le llamaban Trinidad, Par-Impar, Estoy con los hipopótamos, ... Y si no, nos enfadamos; son entre otras algunas de los filmes que hicieron de este par de actores italianos los mejores repartidores de hostias que ha visto el mundo del cine, por encima de Jackie Chan o incluso de Chuck Norris, que ya es decir.

Tenían un estilo la mar de peculiar. Es más, el otro día haciendo memoria llegamos a la conclusión de que sus películas tenían una base en común aunque fueran independientes una de otras: salían ellos dos (eran amigos, hermanos, primos...) y se ponían a dar leches a mansalva. El argumento variaba ligeramente pero eso, era lo menos importante.

Recuerdo que por estas fechas, sobre todo en tve1 a la mañana ponían alguna de sus películas; bueno, "una de las pelis del gordo y el flaco"; el flaco con sus inmensos ojos azules y el gordo con su barba morena y su mano abierta preparada para atizar a algún espabilado. Ahora que caigo, hará cosa de unos meses les dio el siroco y algún que otro fin de semana emitieron algunas de mis favoritas.

Aquí os voy a dejar una pequeña demostración de lo bien que se les daba a estos el arte de la repartición de hostias varias ^^

Parad la play-list

La canción de fondo no tiene desperdicio