
miércoles, 30 de abril de 2008
Aquarius VII

domingo, 27 de abril de 2008
Aquarius VI

sábado, 26 de abril de 2008
Aquarius V

viernes, 25 de abril de 2008
Aquarius IV

domingo, 20 de abril de 2008
No Cash III

¿A caso sufría del síndrome de Estocolmo o algo similar?
El agente la miraba sin comprender el por qué de sus lágrimas, de sus preguntas. ¿Quizá se sintiera culpable por haberle matado? La verdad era que, por mucho que la estuviera insistiendo sobre ello, él no creía que fuera culpable.
Pero lo que él pensara poco peso tenía frente a las pruebas que habían encontrado que la incriminaban.
Habían hallado sus huellas por toda la habitación del motel. Bajo las uñas del cadáver habían encontrado piel, cuyo adn coincidía con el suyo. Incluso podía ver las marcas enrojecidas en sus manos.
Y si eso no le era suficiente a cualquier jurado, la habían encontrado junto al cuerpo sin vida de Cash; con las manos ensangrentadas y el arma homicida, un 38, en ellas.
- Quería que lo hiciera…- La afirmación de la chica sacó al policía de sus cavilaciones.
- ¿Hacer el qué?
- Quería que lo hiciera… Después de tanto tiempo sin hacerlo, cambié de opinión.- Balbuceaba inmersa en sus pensamientos.
- ¿A qué se refiere Señorita Monroe?- Alzó la mirada pero sin centrarla en él.
- Le pedí que me pagara… Por mi… compañía, ya sabe.- No era la primera vez que una prostituta hacía tal afirmación en su presencia, pero el tono de su voz, su expresión al decirlo, parecían las de alguien que se arrepintiera por ello.- Sé que es… lo habitual pero… él no era algo… habitual.
- Antes me dijo que se habían visto en varias ocasiones.
- Él no era habitual porque era diferente, fuera de lo común.
- ¿Le pidió algo… fuera de lo corriente a caso?
- ¿Extraño?- Pensativa se mordió el labio inferior.- Todo con él era algo extraño y nuevo para mí. Habituada al trato poco… amable de los hombres que me buscaban, su actitud hacia mí, fue de lo más... extraña. Era… Era perspicaz.
- ¿En qué sentido?- Cada vez le intrigaba más conocer cómo había sido Cash en vida.
- Bueno, la primera vez que nos vimos en una habitación, se percató de mi… invalidez nada más franquear la puerta.
- ¿Su invalidez?- Una sonrisa asomó a los labios de la chica.
- ¿Sorprendido Agente Richardson?- La chica se irguió en la silla, mirando al frente donde suponía estaría él.- ¿No imagina a qué me refiero?- El policía se apoyó sobre la mesa fijando su vista en la chica, quien no borraba la sonrisa de su boca. – Oh vamos…- Indeciso e incrédulo, alzó su mano derecha a la altura de los ojos de ella, moviéndola ligeramente sin obtener respuesta.- ¿Y bien?-
- ¿Es… ciega?- Le preguntó incapaz de creer que así fuera.
- Bingo, Agente.- Su sonrisa se amplió aún más.
- Ahora entiendo por qué la dejó con vida tanto tiempo… No podía decir como era, no podía entregarle a la policía.
- Siendo sincera, aún sabiendo cómo era físicamente… No le habría delatado. Quizá en un principio sí pero… No, no habría podido hacerle algo así.
- ¿A caso… le quería?
- ¿Importa ahora? Está muerto…- Los dedos de su mano derecha se cerraron en un puño.- El muy imbécil tenía que salirse con la suya… Desde el principio lo hizo, y yo, como una completa estúpida, no me di cuenta…
viernes, 18 de abril de 2008
Aquarius III, El Hijoputismo

Según la R.A.E. (Real Academia de Ekhi), el "hijoputismo" es esa cualidad, esa habilidad, que tiene el ser humano de joder, fastidiar, putear, tocar las narices a base de bien, al prójimo. Seguramente lo habréis sentido en vuestras propias carnes pero no lográbais ponerle un nombre en concreto. Eso se acabó.
Hay varios tipos de "hijoputismo": el amistoso, el familiar, el de las altas esferas y el laboral, entre otros.
Como os imaginaréis, ya que ésta es la tercera entrada del grupo Aquarius, os voy a hablar en concreto del "Hijoputismo laboral".
¿En qué consiste?
Muy sencillo. Tal y como os decía en la definición, el hijoputismo es la capacidad que tienen ciertas personas de tocar las narices, en este caso, al compañero/a de trabajo, bien de forma consciente o no.
Ejemplo práctico:
Primera parte: 9.30 de la mañana. Me avisa la coordinadora de seguridad de la obra que tengo a dos trabajadores en obra, los cuales se suponía no iban a estar. Salgo a toda leche para allá ( maldito transporte público) llegando casi una hora más tarde. Me entero por ellos que el jefe les mandó en el último momento ir a primera hora porque sí.
En este caso, nos han puteado a los tres. A ellos porque han ido para nada, como quien dice (son unos mandados) y a mí, por ponerme en tensión al caer en la cuenta de que desde las 8 de la mañana ha habido gente currando sin mi supervisión, y no me han avisado.
Segunda parte: 20 minutos después de llegar les llaman. Tienen que ir a otra obra a arreglar las picias de otros (Puteados de nuevo ellos 2 y sus compañeros). Cabreo al canto, y yo mediando para calmar los ánimos. Se van, y vuelvo a dentro con la intención de irme. Con la cabeza en el horario de trenes me encuentro de casualidad con otros trabajadores "a mi cargo" que a pesar de decirme que hasta el lunes no aparecían, se presentan para quedarse. Tarde incluida.
En este caso, la puteada he sido yo. No me ha cabreado el tener que quedarme hasta las 18.30 un viernes (reconozco que me ha jodido ligeramente, sí, pero no tenía ningún plan especial. Sólo descansar), o el haberme quedado sin comer (suelo llevarme la comida pero hoy creía que de trabajar, sólo sería hasta mediodía como es habitual con los currantes del primer caso, y no hay un maldito sitio cerca donde comer que conozca )... Lo que me ha jodido es el hecho de que habiéndome dicho que hasta el lunes no volvían, se hayan presentado porque sí.
¿Por qué me cabrea tanto esto? Por la sencilla razón de que ellos saben perfectamente que si yo no estoy, no pueden trabajar. Repito un dato: me los encontré de casualidad. Si no llego a verles, ¿me habrían avisado? Lo dudo. ¿Y si llega a pasarles algo? La que se queda calva soy yo. ¿Y si les llegan a preguntar: "¿y la de seguridad? - No lo sé, ¿en casa?"?
Y luego me dicen que no me han hecho nada, que no me mosquee... No me jodas hombre, que encima, no es la primera vez que hacen algo similar.
domingo, 13 de abril de 2008
No Cash II

Cap.1: Reckless
Varios meses antes…
Su paso era sereno, tranquilo. Caminaba con la seguridad de quien ha hecho el mismo trayecto cada noche durante varios meses.
El pequeño bolso negro colgaba de su hombro izquierdo, su mano derecha se movía al compás de sus pasos. Rascaba la gravilla a sus pies con la puntera de los zapatos. Era una vieja costumbre que le acompañaba desde que tenía 16 años.
Desvió sus pasos ligeramente hacia la derecha al escuchar el inconfundible sonido del motor de un coche, acercándose. Continuó andando sin aminorar el paso, haciendo oídos sordos a los pitidos del claxon.
- ¿Te llevo a alguna parte preciosa?- La varonil voz del conductor llegaba entrecortada a sus oídos a causa de la música a todo volumen.
- No, gracias. Me conozco bien el camino.- Le contestó sin detenerse un segundo más de lo necesario.
- No me cuesta nada…- Volvió a insistir él siguiéndola con el coche.
- Sigue tu camino que yo haré lo mismo.- Atajó ella metiendo una de sus manos en el bolso.
- Será zorra…- Las piedras le golpearon las piernas al acelerar el coche a fondo saliendo de la cuneta.
- ¡Que te den pringado!- Gritó a pleno pulmón con el brazo en alto y el dedo corazón apuntando al cielo para que pudiera verlo.
Siguió caminando olvidándose por completo del tipo del coche. No era la primera vez que algún conductor avispado que la veía caminar de noche, sola, paraba para llevarla donde quisiera. Con toda su buena fe por supuesto. Pero todas y cada una de esas ocasiones, terminaban igual: con ella caminando bajo las estrellas y el piloto de turno mascullando un réquiem en honor de sus antepasados.
La mayoría de aquellos hombres, sólo quería un poco de diversión gratuita a cambio del viaje. Pero tal y como bien sabía, nada era gratis y menos con ella. Algunos habían intentado abordarla varias veces en mitad del trayecto. Pequeñas cicatrices en sus piernas eran la prueba viviente de ello.
Sus pies se desviaron de nuevo al interior del arcén al escuchar el ruido de otro coche acercándose. Resopló cansada al percibir como aminoraba la velocidad a medida que se acercaba a ella. Intentando ahorrarse la inútil conversación y alguna que otra mención a su difunta madre, agitó su brazo izquierdo para que continuara su camino.
- ¿Estamos todos ciegos o qué? - Masculló una maldición en voz baja al detenerse el coche a su altura.
- El día menos pensado acabarás en la cuneta con la huella de un neumático en la espalda.- Se volvió hacia él, sorprendida.-A mí me da igual, pero no quisiera que me jodieras el coche al pasarte por encima.
- Pues mira por donde andas y listo.- Agitó la cabeza incrédula ante su actitud.
- Si no caminaras de noche por una carretera sin luz…
- Si me dejarais caminar a oscuras en paz…- Prosiguió ella, poniéndose de nuevo en marca.
- Si te dejara en paz cualquiera podría venir, atropellarte, o hacerte algo peor.
- ¿Peor que soportar una conversación estúpida? ¡Sí, por favor!- La risa queda del chico llegó a sus oídos con claridad por la ventanilla del copiloto.
- Entonces no querrás que te acerque a ningún sitio, ¿no? Tendrías que aguantar una conversación estúpida…-Sutil sin duda. Pero buscaba lo mismo que el resto al fin y al cabo. Algo que ella no daba con tantas facilidades.
- Gracias, pero prefiero estirar las piernas un poco más.
- Tú misma, pero quizá te arrepientas.
- Déjame que lo medite un instante más... Eh, no.- Zanjó divertida con una sonrisa.- Prueba suerte más adelante. Puede que encuentres lo que buscas.
- Tal vez… Aunque hubiera preferido tu compañía.
- Venga, lárgate ya que lo vas a estropear del todo.- Le apremió ella sin dejar de avanzar. Pronto el inconfundible sonido de los neumáticos rasgando el asfalto se perdió en la negrura de la noche.
- Mi compañía dice…- Inspiró hondo- Please forgive me while I turn out the lights, watch this haunted day turn into wasted night…-Tarareaba recorriendo los últimos kilómetros que le separaban de su destino.- So cut me off-throw me down. Cause I'm reckless, goddamn son of a bitch!
*****
El título de este fragmento es por la canción Reckless del grupo Papa Roach; canción que he incluido al final del capítulo. Escuchadla ;)
Nos vemos pronto!!
viernes, 11 de abril de 2008
Bad Day
Pero no sé qué hizo, qué fue el detonante, que me cambió el ánimo, terciándose algo taciturno. Y no fui yo precisamente la que se dio cuenta de ello; sino el "Equipo Aquarius" que me acompaña cada día desde hace ya un mes. Me preguntaron si estaba triste, si estaba enfadada con ellos, a lo que me no supe contestarles más que "Nada, sólo es un mal día". Que al final se convirtió en dos.
domingo, 6 de abril de 2008
No Cash

Abandonó por unos instantes la mesa para palpar los bolsillos de su chaqueta. Sacó la cajetilla de tabaco, llevándose un cigarrillo a los labios. A punto de prenderlo, preguntó:
- ¿Se puede fumar aquí?
- Adelante.- El repentino calor que sintió, hizo que se inclinara hacia delante en busca de la lumbre.
- Gracias.- Exhaló el humo viciando el ambiente de la pequeña habitación.
- Bien señorita Monroe…- Una juguetona sonrisa se dibujó en los finos labios femeninos.- ¿Podría explicarme ahora cómo lo consiguió?
- ¿Cómo conseguí el qué?- Preguntó con la mirada perdida en un punto incierto de la sala.
- Cómo consiguió matar a Cash.
- Joseph…- Comentó mientras apuraba el pitillo.
- ¿Cómo dice?- El agente se reclinó en el asiento.
- Se llamaba Joseph. Y yo, no lo maté.- Apretó la colilla a punto de extinguirse contra el perfil de la mesa, apagándolo.
- La encontramos en la misma habitación, con la sangre de Cash en sus manos y ropa… ¿Y dice que no lo mató?
- No, no lo maté.- Reiteró ella con rotundidad sin alterar un ápice ni su pulso ni su voz.
- Aunque lo confiese, eso no la condenaría señorita Monroe. El hecho de que Cash…
- Joseph…- Volvió a insistir ella a media voz.
- El hecho de que fuera…- Prosiguió el agente haciendo oídos sordos a la mención del nombre del fallecido.
- No lo maté.- Le interrumpió una vez más, impacientando al policía.- Sólo… Sólo le hice prometerme que cuando acabara conmigo, no habría ninguna más.
- Pero usted está con vida y él, ayer, yacía muerto sobre un charco de sangre. Su sangre.- El policía la observaba con atención, atenta a cualquier gesto que dijera más de ella que sus propias palabras. No habría sido la primera vez.
- No pudo hacerlo.- Entrelazó sus manos sobre la mesa, soltándolas poco después al reacomodarse en la silla.
- ¿Por qué no?
- Se quedó sin dinero en efectivo. – La sonrisa volvió a los labios de la chica al recordarlo. Sus cabellos castaños se agitaron ligeramente sobre sus hombros al ahogar una carcajada.- ¿Se lo puede creer?- Le preguntó silenciando su risa casi en el instante en que surgió de su garganta con claridad.
El agente percibió su repentino cambio de ánimo al ver sus labios contraerse entre sí con fuerza antes de que su cabello, cubriera por completo su rostro, y escuchara un ligero murmullo que pronto reconoció como suaves sollozos.
miércoles, 2 de abril de 2008
Aquarius II

Así que... !Un Aquarius a vuestra salud chicos!